SALVAR LA RISA
Salvar la RISA allí a donde ha sido atropellada,
la risa loca, atolondrada
la niña bailarina que sopla el alma.
Salvar la RISA de su domesticación apelmazada
que vuelve los días rutinas
y las geografías mesetas opacas.
Salvar la RISA de la seriedad de los argumentos,
de las oficinas, de los apocalipsis,
de las premiaciones innecesarias.
Salvar la RISA de los matones, de los maratones,
y de los moretones,
de los aparentes afectos que te aplastan.
Salvar la RISA para no ser una mosca en el cristal
un cuerpo en una fila interminable,
un número en la estadística de las necesidades,
un normal con pastillas para dormir.
Sebastián R. Muñoz.
Junio 2023
Comentarios
Publicar un comentario